martes, 12 de julio de 2011

La Iglesia, necesaria para mi fe

Creo importante escribir algunas líneas a favor de la Iglesia en estos momentos en los cuales se le critica incluso desde algunos sectores del cristianismo. Desde mi humilde posición intentaré dar razones de por qué para un cristiano es importante la Iglesia.

Nosotros, los cristianos necesitamos a la Iglesia para creer, en este artículo intentaré desarrollar dos razones principales. En este sentido el profesor Antonio Jiménez Ortiz de la Facultad de Teología de Granada afirma que hay dos expresiones que dan sentido a esto. En primer lugar, la expresión diacrónicamente (a través del tiempo necesito a la Iglesia) y en segundo lugar, sincrónicamente (en este momento necesito a la Iglesia).
Yo, como cristiano puedo creer hoy día porque me llega la experiencia de Dios, la experiencia de Jesús, la revelación. Todo esto me llega por una comunidad humana que lo ha transmitido a lo largo del tiempo.
Aunque no se quiera saber nada de la Iglesia, y a veces reneguemos de Ella, la fe que se vive hoy día, que vivimos nosotros los cristianos, llega por medio de esta institución. Por lo tanto, podemos afirmar que la Iglesia es la madre de nuestra fe. Al mismo tiempo que afirmamos esto, necesito de Ella para vivir con coherencia mi credo, me ofrece la comunidad, el lenguaje, los símbolos, el contenido, los sacramentos, por lo tanto sin la Iglesia no es posible la fe.
Nos cuesta aceptarla, algunos dicen, yo creería más fácilmente si no existiera la Iglesia con sus escándalos. Hay infinidad de actitudes negativas frente a Ella, desde los no creyentes que rechazan totalmente la Iglesia, hasta cristianos que la rechazan o bien, simplemente no se sienten identificados con su jerarquía, aunque afirman que creen en Dios.
Pero es curioso que desde la sociología del conocimiento se vea a la Iglesia como imprescindible para la fe. En los años 70 del siglo XX apareció en Estados Unidos una corriente de sociología que se llamaba sociología del conocimiento, no pensaba directamente en lo religioso, sino que planteaba la siguiente pregunta: ¿Cómo se articula una sociedad? ¿Cómo va creciendo una sociedad? ¿Cómo podemos analizar el conocimiento que crea una sociedad? El análisis que hacían era el siguiente:
Pensemos en un clan primitivo que vive en las orillas de un río, ¿cómo progresa esa pequeña sociedad? En primer lugar al ser personas inteligentes, en el interior se les ocurren cosas, ideas. Ese clan necesita la caza para obtener proteínas y alimentarse. Un individuo de la tribu idea una fórmula para la caza mediante un palo curvado y una cuerda, comienza a exteriorizar esa idea y poco a poco descubre el arco y se lo enseña a los demás individuos del clan, éstos interiorizan la técnica tanto de fabricación como de utilización del arco. Para mantener este utensilio y que no se pierda en las siguientes generaciones se crea un taller que los fabrique y una escuela que enseñe a usarlo, es decir lo institucionalizan.
Luego, las instituciones son imprescindibles para mantener el conocimiento para vivir. Por eso, en un momento en el que se critica a la Iglesia, la sociología del conocimiento dice que las instituciones son necesarias.
Pero, no hay que caer en el error de pensar que la Iglesia es sólo institución. En ella se dan dos dimensiones. Una dimensión carismática, la Iglesia como acontecimiento salvífico, no hay Iglesia si el Espíritu no está presente, no hay Iglesia sin la Gracia de Dios. Pero también nos encontramos la dimensión institucional, podríamos decir, pero ¿Cuál es la estructura de la fe? La estructura de la fe es la estructura de la Iglesia, porque es quien la comunica.
Esta Iglesia va por la historia peregrina y puede haber conflictos, problemas. En la Iglesia está presente la verdad, pero tiene que profundizar en ella porque no la posee, no posee esa verdad y en esa profundización en la palabra de Dios a lo largo de la historia puede haber problemas, en caso de conflicto se ha de buscar la solución mediante el encuentro y el diálogo como nos marca Lumen Gentium 12 (Concilio Vaticano II)
Como última nota de interés diré que hoy día el pluralismo ideológico crea una situación confusa y por lo tanto es necesaria una ortodoxia en el camino, es decir, la Iglesia da por supuesto que hay personas que tienen dificultad con ciertos contenidos de la fe pero que se mantienen dentro de la comunidad, esas personas dentro de la Iglesia pueden encontrar ese acuerdo poco a poco en un diálogo continuo por la fe, esto es lo que se denomina ortodoxia dialógica.
Espero y deseo que este artículo al menos sirva para que dentro de nuestra comunidad, algun hermano comience a ver a la Iglesia como su madre y la roca donde cimentar su fe.
Para finalizar este artículo pido disculpas si las expresiones, términos y el léxico utilizado no es el ideal, pero mi intención no es otra que, cualquiera que lea este artículo comprenda la importancia de la Iglesia en la fe, ya sea un joven de 15 años o un adulto ilustrado.


Bibliografía:


JIMÉNEZ ORTIZ A., Sobre la aventura de la fe, en: “proyección” 46/193 (1999)


KASPER W., Introducción a la fe, Sígueme, Salamanca 1982.

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